martes, 29 de diciembre de 2009

FELIZ AÑO NUEVO!


¡FELIZ AÑO NUEVO!

«Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho». (Antoine de Saint-Exupery)

Creo que se merece encabezar nuestro blog por una temporadita...
Besos de fin de año.

lunes, 14 de diciembre de 2009

MAYTE MARTÍN. POR LA MAR CHICA DEL PUERTO


POR LA MAR CHICA DEL PUERTO
(VÍDEO)

Mayte Martín en el Teatro Español de Madrid.

Tema incluido en su álbum AlcantaraManuel, editado por Nuevos Medios.
El álbum incluye doce poemas del maestro malagueño.
Gracias, Mayte, por el regalo.
Me voy corriendo a una tienda de discos...

martes, 1 de diciembre de 2009

JOSÉ EMILIO PACHECO. PREMIO CERVANTES 2009


LA ENREDADERA

Verde o azul, fruto del muro, crece.
Divide cielo y tierra. Con los años
se va haciendo más rígida, más verde.
Costumbre de la piedra, cuerpo ávido
de entrelazadas puntas que se tocan.
Llevan la misma savia, son una misma planta
y también son un bosque. Son los años
que se anudan y rompen. Son los días
del color del incendio. Son el viento
que atraviesa la luz y encuentra intacta
la sombra que se alzó en la enredadera.
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De Los Elementos de la Noche, (1958-1962).

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ALTA TRAICIÓN

No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques, desiertos, fortalezas,
una ciudad deshecha, gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
Montañas
—y tres o cuatro ríos.
——————————
De No me Preguntes Cómo Pasa el Tiempo, (1964-1968).

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VIDAS DE LOS POETAS

En la poesía no hay final feliz.
Los poetas acaban
viviendo su locura.
Y son descuartizados como reses
(sucedió con Darío).
O bien los apedrean y terminan
arrojándose al mar o con cristales
de cianuro en la boca.
O muertos de alcoholismo, drogadicción, miseria.
O lo que es peor: poetas oficiales,
amargos pobladores de un sarcófago
llamado Obras Completas.
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De Irás y no Volverás, (1969-1972).

viernes, 30 de octubre de 2009

FORUGH FARROJZAD. REGALO


REGALO

Yo hablo de la profundidad de la noche,
de la abismal oscuridad.

Si vienes a mi casa, amor,
tráeme luz.

Y una ventana para que pueda ver
la felicidad de aquella calle abarrotada.
——————————
De Noche en Teherán, 2009.

viernes, 9 de octubre de 2009

JULIO MARINAS. COSTA BALLENA


COSTA BALLENA

ATLÁNTICA 1

Atlántico, la edad
de tu brisa se impregna
en el centro del pecho.
Respiro lejanía.
El tiempo de tus aguas
me entrega halos de eterna juventud,
y contengo tu océano
hasta que se derrumban mis pulmones
y regresas al viaje de tus vientos,
mientras yo vuelvo al asma de mi piel,
de la arena, del polvo.

ATLÁNTICA 2

No sé si este rumor
que acercas a mi oído
es el mismo que escuchan
otros o es a mi espíritu,
Atlántico, a quien quieren sumergir
tus palabras de espuma.
En cada ola, una historia que me extiende
en una cristalina infinitud.
Tus labios susurran
el don de eternidad,
mientras yo te podré sólo contar
este perecedero
relato de mis pies.

ATLÁNTICA 3

Quiero ver la memoria de tus ojos,
alcanzar el principio de tu antorcha,
crecer en tus espejos y curvarme
en la contemplación del transcurrir.
Tu pupila posee el mundo, Atlántico,
mientras yo sólo soy un parpadeo
de cristal que desea que esos ojos
incesantes recuerden que los míos,
una vez, te miraron.
——————————
De Grandes goles de todos los tiempos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

JOSÉ MARÍA HINOJOSA. CALMA


CALMA

A Luis Buñuel

¿Dónde se acaba el mar?
¿Dónde comienza el cielo?
Los barcos van flotando.
o remontan el vuelo?

Se perdió el horizonte,
en el juego mimético
del cielo y de las aguas.

Se fundió el movimiento,
en un solo color
azul, el azul quieto.

Se funden los colores;
se apaga el movimiento.

Un solo color queda;
no existe barlovento.

¿Dónde se acaba el mar?
¿Dónde comienza el cielo?
——————————
De Poesía de Perfil, 1926.

martes, 29 de septiembre de 2009

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ ROJAS

(☼ ANTEQUERA, 09-10-1909 – † ANTEQUERA, 29-09-09)
IN MEMORIAM


QUIERO CONTARTE COSAS QUE ME PASAN

Quiero contarte cosas que me pasan.
Cuando digo me pasan tiemblo, Rosa,
porque «me pasan» dice muchas cosas.
Esto de las palabras, Rosa, siempre
induce a confusión. Hablo, tropiezo,
caigo, me repongo, vuelvo a caer.
Hablar, Rosa, es darse trompicones
de palabra en palabra. La lengua dice
cosas que no quisiera, a tientas anda.
¿No ves, Rosa, que hablando, como hablo,
caigo en lo mismo y a lo mismo vuelvo?
Cosas que pasan. Te diré que anoche
ardieron los rastrojos, una hermosura
de fuego que en festones se corría
de gozo, dando saltos, crepitando,
la llama daba brincos, le ponía
un rostro diferente a los contornos,
sorprendida la noche en sus silencios
por la herida que abría en sus costados
la navaja de las llamas alegres.
Era una fiesta de purificación.
——————————
De Grandes goles de todos los tiempos.

jueves, 17 de septiembre de 2009

DIEGO JESÚS JIMÉNEZ

(☼ MADRID, 24-12-42 – † MADRID 13-09-09)
IN MEMORIAM


ÁNGEL DE LA OSCURIDAD

Libertad aparente la palabra en el aire;
la espesura del verso,
penumbra iluminada por vocablos oscuros.
Solitarios, los pájaros, recorren
como una sombra más las sombras en el bosque.

La claridad
siempre es distancia; apenas un intento
de llegar a la luz. Ángel perverso
y bello, donde la noche anuncia
su lenguaje habitable.

Nunca hallarás, al otro lado de estas sombras,
vida alguna; luz que te aleje, pájaro de las tinieblas, con sus nombres ambiguos
de las ruinas del tiempo.
——————————
De Itinerario para náufragos, 1997.

lunes, 14 de septiembre de 2009

JIM CARROLL

(☼ NUEVA YORK, 01-08-49 – † NUEVA YORK, 11-09-09)
IN MEMORIAM


It’s sad this vision required such height.
I’d have preferred to be down with the others, in the stadium.
They know the terror of birds.
I am left, instead, with the deep drone…
The urgency to deliver light, as if it
were some news from the far galaxies.
——————————
Poem published in Rolling Stone magazine, issue 321, July 10, 1980.

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Es triste que esta visión requiriese tal altura.
Hubiera preferido estar abajo con los otros, en el estadio.
Ellos conocen el terror de los pájaros.
Me quedo, en cambio, con el profundo zumbido...
La urgencia por emitir luz, como si
fueran noticias de las galaxias lejanas.
——————————
Poema publicado en la revista Rolling Stone, núm. 321, 10 de julio de 1980.
(Trad. Alfredo Álvarez)

lunes, 17 de agosto de 2009

BERNARDO ATXAGA. PARA ESCRIBIR UN CUENTO EN CINCO MINUTOS


PARA ESCRIBIR UN CUENTO EN CINCO MINUTOS

Para escribir un cuento en sólo cinco minutos es necesario que consiga -además de la tradicional pluma y del papel blanco, naturalmente- un diminuto reloj de arena, el cual le dará cumplida información tanto del paso del tiempo como de la vanidad e inutilidad de las cosas de esta vida; del concreto esfuerzo, por ende, que en ese instante está usted realizando. No se le ocurra ponerse delante de una de esas monótonas y monocolores paredes modernas, de ninguna manera; que su mirada se pierda en ese paisaje abierto que se extiende más allá de su ventana, en ese cielo donde las gaviotas y otras aves de mediano peso van dibujando la geometría de su satisfacción voladora. Es también necesario, aunque en un grado menor, que escuche música, cualquier canción de texto incomprensible para usted; una canción, por ejemplo, rusa. Una vez hecho esto, gire hacia dentro, muérdase la cola, mire con su telescopio particular hacia donde sus vísceras trabajan silenciosamente, pregúntele a su cuerpo si tiene frío, si tiene sed, frío-sed o cualquier otro tipo de angustia. En caso de que la respuesta fuera afirmativa, si, por ejemplo, siente un cosquilleo general, evite cualquier forma de preocupación, pues sería muy extraño que pudiera encaminar su trabajo ya en el primer intento. Contemple el reloj de arena, aún casi vacío en su compartimiento inferior, compruebe que todavía no ha pasado ni medio minuto. No se ponga nervioso, vaya tranquilamente hasta la cocina, a pasitos cortos, arrastrando los pies si eso es lo que le apetece. Beba un poco de agua —si viene helada no desaproveche la ocasión de mojarse el cuello— y antes de volver a sentarse ante la mesa eche una meada suave (en el retrete, se entiende, porque mearse en el pasillo no es, en principio, un atributo de lo literario).

Ahí siguen las gaviotas, ahí siguen los gorriones, y ahí sigue también —en la estantería que está a su izquierda— el grueso diccionario. Tómelo con sumo cuidado, como si tuviera electricidad, como si fuera una rubia platino. Escriba entonces —y no deje de escuchar con atención el sonido que produce la plumilla al raspar el papel— esta frase: Para escribir un cuento en sólo cinco minutos es necesario que consiga.

Ya tiene el comienzo, que no es poco, y apenas si han transcurrido dos minutos desde que se puso a trabajar. Y no sólo tiene la primera frase; tiene también, en ese grueso diccionario que sostiene con su mano izquierda, todo lo que le hace falta. Dentro de ese libro está todo, absolutamente todo; el poder de esas palabras, créame, es infinito.

Déjese llevar por el instinto, e imagine que usted, precisamente usted, es el Golem, un hombre o mujer hecho de letras, o mejor dicho, construido por signos. Que esas letras que le componen salgan al encuentro —como los cartuchos de dinamita que explotan por simpatía— de sus hermanas, esas hermanas dormilonas que descansan en el diccionario.

Ha pasado ya algún tiempo, pero una ojeada al reloj le demuestra que ni siquiera ha transcurrido aún la mitad del que tiene a su disposición.

Y de pronto, como si fuera una estrella errante, la primera hermana se despierta y viene donde usted, entra dentro de su cabeza y se tumba, humildemente, en su cerebro. Debe transcribir inmediatamente esa palabra, y transcribirla en mayúsculas, pues ha crecido durante el viaje. Es una palabra corta, ágil y veloz; es la palabra RED.

Y es esa palabra la que pone en guardia a todas las demás, y un rumor, como el que se escucharía al abrir las puertas de una clase de dibujo, se apodera de toda la habitación. Al poco rato, otra palabra surge en su mano derecha; ay, amigo, se ha convertido usted en un prestidigitador involuntario. La segunda palabra desciende de la pluma deslizándose a dos manos para luego saltar a la plumilla y hacerse con la tinta un garabato. Este garabato dice: MANOS.

Como si abriera un sobre sorpresa; tira de la punta de ese hilo (perdóneme el tuteo, al fin y al cabo somos compañeros de viaje), tira de la punta de ese hilo, decía, como si abrieras un sobre sorpresa. Saluda a ese nuevo paisaje, a esa nueva frase que viene empaquetada en un paréntesis: (Sí, me cubrí el rostro con esta tupida red el día en que se me quemaron las manos.)

Ahora mismo se han cumplido los tres minutos. Pero he aquí que no has hecho sino escribir lo anterior cuando ya te vienen muchas oraciones más, muchísimas más, como mariposas nocturnas atraídas por una lámpara de gas. Tienes que elegir, es doloroso, pero tienes que elegir. Así pues, piénsatelo bien y abre el nuevo paréntesis: (La gente sentía piedad por mí. Sentía piedad, sobre todo, porque pensaba que también mi cara había resultado quemada; y yo estaba segura de que el secreto me hacía superior a todos ellos, de que así burlaba su morbosidad.)

Todavía te quedan dos minutos. Ya no necesitas el diccionario, no te entretengas con él. Atiende sólo a tu fisión, a tu contagiosa enfermedad verbal que crece y crece sin parar. Por favor, no te demores en transcribir la tercera oración: (Saben que yo era una mujer hermosa y que doce hombres me enviaban flores cada día.)

Transcribe también la cuarta, que viene pisando los talones a la anterior, y que dice: (Uno de esos hombres se quemó la cara pensando que así ambos estaríamos en las mismas condiciones, en idéntica y dolorosa situación. Me escribió una carta diciéndome, ahora somos iguales, toma mi actitud como una prueba de amor.)

Y el último minuto comienza a vaciarse cuando tú vas ya por la penúltima frase: (Lloré amargamente durante muchas noches. Lloré por mi orgullo y por la humildad de mi amante; pensé que, en justa correspondencia, yo debía hacer lo mismo que él: quemarme la cara.)

Tienes que escribir la última nota en menos de cuarenta segundos, el tiempo se acaba: (Si dejé de hacerlo no fue por el sufrimiento físico ni por ningún otro temor, sino porque comprendí que una relación amorosa que empezara con esa fuerza habría de tener, necesariamente, una continuación mucho más prosaica. Por otro lado, no podía permitir que él conociera mi secreto, hubiera sido demasiado cruel. Por eso he ido esta noche a su casa. También él se cubría con un velo. Le he ofrecido mis pechos y nos hemos amado en silencio; era feliz cuando le clavé este cuchillo en el corazón. Y ahora sólo me queda llorar por mi mala suerte.)

Y cierra el paréntesis —dando así por terminado el cuento— en el mismo instante en que el último grano de arena cae en el reloj.
——————————
De Obabakoak, 1988.

lunes, 27 de julio de 2009

ANTONIO MACHADO. NOCHE DE VERANO


NOCHE DE VERANO

Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.
En el cenit, la luna y en la torre
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.
——————————
De Campos de Castilla, 1912.

miércoles, 22 de julio de 2009

CRÓNICA

Sábado, 30 de mayo, 21:00 horas.
El Cantábrico, C/Muelle de Oriente 4, Gijón.


JUGADORES

Benedetti, Mario. Poemas de la oficina, Madrid, Visor, 1998.
Benedetti, Mario. Poemas de otros, Madrid, Visor, 1987.
Guedea, Rogelio. Kora, Madrid, Rialp, 2009.
Keats, John. Odas y sonetos, Madrid, Hiperión, 2008.
Neuman, Andrés. Década (Poesía 1997-2007), Barcelona, Acantilado, 2008.
Villena, Luis Antonio de. Honor de los vencidos, Antología (1972-2006), Madrid, Fondo de cultura económica, 2008.
Williams, William Carlos. Antología bilingüe, Madrid, Alianza, 2009.

CRÓNICA

Es lamentable la inercia funcionarial que justifica un partido por el solo hecho de que se haya convocado, porque no quedaba ni un gramo de ambición entre quienes participaron en el que cerraba la temporada. Los que se veían en la parte alta de la clasificación dejaron pasar el envite defendiendo su ventaja, y los peor clasificados, a quienes se debe suponer insatisfechos con el estado de cosas, reservaron fuerzas para la próxima campaña sin el empuje necesario para ganarse mejor suerte. En definitiva, asistimos a un partido que desde el arranque languideció enredado en una bordonería centrocampista inane que sólo abandonó para caer en el efectismo.

IGNATIUM aparcó sus estudios sobre el punto de sobresaturación de melancolía que soporta un poema sin caer en la precipitación de orines —parte final de su obra magna La poesía y la puta que la está pariendo, ensayo que si alguien no lo evita verá la luz próximamente en Estoy en otro plano editores, S. L.— para presentar a un ROGELIO GUEDEA con un lastre de lugares comunes plomando sus pies: «por eso, para detener el tiempo / sólo basta con que dos, que antes se amaron / se vuelvan a encontrar»; y que conseguía ganar velocidad a costa de deshacerse de toda impedimenta lírica en poemas como PAISAJE DESPUÉS DE LA BATALLA: «personas, objetos, calles, ciudades, países yéndose, acabándose, naciéndose... las hojas que caen, el aire que pasa, un ruido de rama, el libro de Dante...», que más que poema son el estadillo de un cabo furriel.

CHESIRE optó por la pose inverosímil de VILLENA dentro del papel de parroquiano de burdel encanallado. Fuera del registro esteticista: «porque la belleza se mira a sí misma en un constante espejo, se nutre de su propio don», disimuló, no exento de rigidez, en ESA QUERIDA ATMÓSFERA DE TANGO HACIA LAS TRES: «Sientes, frente al espejo, el orgullo tan duro de estar solo... la puerta se abre muy solemne: ¡Hasta mañana, señor! La soledad está servida»; pero la más leve vibración de la realidad bastó para reflotar su naturaleza de postulante a letrista de RAPHAEL: «lo que hago contigo lo niega mi faz por la mañana... que toda vida que se vive plena es vida para escándalo... (QUÉ SABE NADIE!!!... ESCÁNDALO, ES UN ESCÁNDALO!!!)».

A modo de homenaje póstumo, ARTEMIO construyó su habitual maraña táctica en torno al trabajo de BENEDETTI; aunque ni afilándolo en una piedra de esmeril untada con tabasco se podría dar corte a un metal tan ñoño: «la monjita joven de mejillas ardientes crece como un hongo sin permiso... y todo eso por qué / sencillamente porque en la primera línea / pensé en vos / amiga», tan contumaz en la militancia mojabragas: «y ojalá pueda estar / de tu sueño en la red / esperando tus ojos / y mirándote», que terminó por conseguir que PAPERMAN perdiese la compostura, cosa que jamás se ha visto: “¡Joder, lo único bueno que ha hecho este tío ha sido morirse!”.

En esta ocasión SANDERS prefirió poner en juego a los clásicos; sin embargo, en una versión de KEATS mal añejada, lenta y falta de frescura que, las más de las veces, no lograba zafarse de su propia naturaleza meditabunda: «Si con obtusas rimas ha de estar nuestro inglés maniatado y el dulce soneto encadenado»; o que, en apoyo sobre el trampolín paisajístico, apuntaba un salto que nunca se convertía en vuelo: «Ahora ya para siempre / remonto la tiniebla. Nada menos valioso / que el altivo laurel satisfará a mi féretro».

XABEL se presentó con WILLIAMS bajo el brazo y en el universo de las jugadas posibles perpetra esto: «Enterramos a la gata, después cogimos su caja / y le prendimos fuego / en el jardín / las pulgas que se libraron / de la tierra y del fuego / murieron de frío». El porqué de tanto ensañamiento con el prójimo, el porqué de pretender que tal criatura teratológica pudiera pasar por poema queda en el limbo de las preguntas sin respuesta.

PAPERMAN había preparado el partido en el terreno de la farsa, BENEDETTI deconstruido, poniendo en liza aquella parte de un libro que no es imputable a su autor: nombre del editor, depósito legal e imprimátur. Sin embargo, el regalo que IGNATIUM traía bajo el brazo salvó al resto de los jugadores de la pesadez de tener que anular los intentos de hacer pasar por poemas el número de las páginas, el rastro de sangre reseca de algún insecto aplastado por el libro en su función de matamoscas improvisado, sus ejercicios de amanuense de la mamarrachada que glosa cada párrafo con un chiste o caricatura sandia o sabe dios qué otra gansada. Y el caso es que PAPERMAN supo sacar partido de la antología de poesía oriental, poniendo en funcionamiento los haikus que ISSA alzaba en las proximidades del terreno inicialmente previsto, a saber, la astracanada: «Qué espléndidas castañas! / qué grandes! / Qué lejos de mi alcance!», consiguiendo que después de la carcajada inicial, se transformase en goal, merced al derretimiento de meninges de la parroquia, lo que no era más que un episodio de dudosa higiene personal: «Pulga retozona / ven a hacerte Buda / entre mis uñas».

CATENACCIO confió sus opciones al juego desigual de NEUMAN, que brujuleaba por el campo ora al ritmo de la chacarera más insustancial: «Rotación de los cuerpos: describen en la cama / órbitas mientras duermen / se alternan, se aproximan / respirando por ciclos / en su quietud volante»; ora cargando el fardo de algún antepasado metafísico prusiano que su apellido delata: «¿Y si mentir no fuera vil... no fuera malo sino sólo difícil?»; hasta que al relance de un patadón a seguir más propio de Rugby de poetas, se encontró de chiripa con el goal con EL CICLO DE LA PIEDRA: «El niño que asombrado por lo simple / bajo el destello anónimo del cielo / la devuelve al vacío, donde aguarda el poema».

Para entonces el partido ya boqueaba buscando su óbito y resurrección en la imaginería confusa del techo de la caverna: legislación abortista, contracepción adolescente y demás maraña superestructural... ¡qué sabio es el poder!. SHAKIRA amenazaba con lo que ya empieza a ser su habitual deserción, y CAROLINA miraba a través de la ventana, forzando a su espacio inmediato a rizarse y resbalar por la verdosidad caleidoscópica del iris, hacia un vacío que para mí es absorbente y en el que se acuña una moneda no convertible cuyo valor sólo los enamorados conocen. Fuera, en la calle, la luz renegaba de su magistratura estival y se opacaba a sí misma en una lengua húmeda de niebla que lamía las aceras y, como una goma de borrar, expropiaba a los cuerpos de sus perfiles, en aras de ese ritual confuso en el que la materia vuelve por sus pasos, no por el determinismo ciego que describen las ecuaciones de campo, sino por esa reverberación del alma que por entendernos llamamos melancolía. Pero eso ya es otra historia.

domingo, 5 de julio de 2009

IGNACIO GONZÁLEZ DEL REY. VOCACIÓN DEL DÍA QUE COMIENZA


PRESENTACIÓN

Vocación del día que comienza,
de Ignacio González del Rey.
Prólogo de Aurelio Desdentado. Editorial Reus.
Disponible en las principales librerías del mundo.
Imprescindible.

La nostalgia del mar está compuesta
de otro tiempo de mar
de su presencia.

¿Qué es más bella
la mar
o su nostalgia?

sábado, 27 de junio de 2009

VICTORIANO CRÉMER

(☼ BURGOS, 18-12-1906 – † LEÓN, 27-06-09)
IN MEMORIAM


AQUÍ CONTEMPLO VIDA...

Aquí contemplo vida, me hago llama
de esta hoguera de manos que levanta
sus negras lenguas a lo alto, siento
que soy un hombre más entre los hombres,

y un vestido de angustias me abandona
sencillamente, así la noche deja
desnuda el alba y libre, aunque con frío,
cuando lejanos sones la presienten,

frío tengo en el alma, pero canto,
ahora que estoy aquí de nuevo y veo
tanto gozo y dolor, tanta miseria
y tan clara esperanza compartida.
——————————
De Grandes goles de todos los tiempos.

sábado, 20 de junio de 2009

FÚTBOL DE POETAS. DE CORTO


EN PUERTO RICO

En Comerio en el centro de Puerto Rico, corazon de la isla, y lugar donde en 1903 llego Rafael Cofino a fundar una rama de la familia. Despues de una comidita de lechón y varias medallas (cerveza de la isla)...

miércoles, 10 de junio de 2009

JUAN CARLOS SUÑÉN. SI EL INSTANTE RECLAMA


SI EL INSTANTE RECLAMA

Si el instante reclama
su derecho al pasado,
si tanto se parecen
la luz, el vaso, el libro,
tanto él mismo, esa mano, el derrotero
del día. Si no hay otra diferencia
que el momento siguiente, ¿a qué venimos?
¿A qué se vuelve el signo, la lectura
de un verso de perdón, la algarabía
de los pájaros? ¿Dónde?
¿A qué se vuelve que no es ya el recuerdo
sino una vana y seca
solicitud? ¿Qué puede
la intención, qué la prisa,
la delación de un nuevo sobresalto
ganado o no, qué puede
qué cambia todo en este lance y torna
prudente la mirada,
la tentación consuelo,
aperitivo el vino?
——————————
De La Prisa, 1994.

martes, 26 de mayo de 2009

lunes, 18 de mayo de 2009

MARIO BENEDETTI

(☼ PASO DE LOS TOROS, 14-09-20 – † MONTEVIDEO, 17-05-09)
IN MEMORIAM


NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo
——————————
De Poemas de otros, 1974.

miércoles, 13 de mayo de 2009

ANTONIO VEGA

(☼ MADRID, 16-12-57 – † MAJADAHONDA, 12-05-09)
IN MEMORIAM


EL SITIO DE MI RECREO

Donde nos llevó la imaginación,
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos.

Donde se creó la primera luz,
germinó la semilla del cielo azul,
volveré a ese lugar donde nací.

De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo.
De nieve, huracán y abismos,
el sitio de mi recreo.

Viento que en su murmullo parece hablar,
mueve el mundo y con gracia le ves bailar
y con él el escenario de mi hogar.

Mar bandeja de plata, mar infernal,
es un temperamento natural,
poco o nada cuesta ser uno más.

De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo.
De nieve huracán y abismos,
el sitio de mi recreo.

Silencio, brisa y cordura
dan aliento a mi locura.
Hay nieve, hay fuego, hay deseos
allí donde me recreo.
——————————
De El sitio de mi recreo, 1992.

jueves, 23 de abril de 2009

JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD. BORDES DEL SILENCIO


BORDES DEL SILENCIO

Las palabras con las que has convivido
durante tanto tiempo, ¿siguen
sirviéndote de algo? ¿Podrás valerte de ellas
cuando ya los antídotos
contra tu propia decepción
se hayan ido agotando?

Cueva nocturna, música
emborronada, opaco
embate agreste de la luz, herrumbre
de adjetivos que rondan
el marasmo, ¿con qué herida
coincidirán por fin los bordes del silencio?
——————————
De La noche no tiene paredes, 2009.

lunes, 20 de abril de 2009

CRÓNICA

Sábado, 21 de marzo, 20:00 horas.
El Cantábrico, C/Muelle de Oriente 4, Gijón.


JUGADORES

Baudelaire, Charles. Cuadernos de notas y consejos a los jóvenes escritores, Córdoba, Almuzara, 2008.
Beltrán, Fernando. El corazón no muere, Madrid, Hiperión, 2006
Brines, Fernando. Antología poética, Madrid, Austral, 2006.
Faulkner, William. Poesía reunida, Madrid, Bartleby, 2008.
García Cabrera, Pedro. Antología poética, Tenerife, Centro de cultura popular canaria, Cajacanarias, Ayuntamiento de Vallehermoso, 2005.
Shakespeare, William. Sonetos, Madrid, Bartleby, 2009.
Storni, Alfonsina. Antología mayor, Madrid, Hiperión, 1994.

CRÓNICA

Partido sin historia, que nació muerto por el dogmatismo con que cada participante se aferró a su propuesta táctica, agravado por la lentitud en la construcción de la idea poética. El resultado no podía ser más que un marasmo de previsibilidad y juego destructivo.

Superando ese lastre inicial, pudo salvarse CHESIRE que apostó por el verso experimentado de BRINES; aunque de imponerse la saña reglamentista con que el inquisidor del Santo Oficio poético suele castigar a sus congéneres, debería haberse anulado su concurso por manifiesta alineación indebida: BRINES ya había participado en forma de antología. Dejando a un lado esta prevaricación, las maneras contenidas, la metáfora sugerente y el léxico sencillo trabajaron a favor del edificio de nostalgia que el autor proponía: «Estación del tiempo rezagado / el otoño de las rosas»; aunque en MADRIGAL Y AUTOIMPROPERIO rozase un desasosiego un tanto afectado: «el sentimiento ingrato de la inseguridad / que acompaña a la dicha».

La sorpresa del encuentro vino de la mano de CLAMAVI. No se le esperaba y fue grato verlo desenvolverse fuera del universo estático que tanto le gusta, donde un adjetivo precisa a otro adjetivo que modula a un tercero que matiza a un cuarto que concreta a un quinto... ¡Dios mío, VIRGILIO, dónde está el verbo principal... que llevo leídas tres páginas y tengo a ENEAS con un timón de trirreme en el ojete del cíclope desde el segundo hexámetro! Y es que FAULKNER desarrollaba un juego de centro del campo bastante aseado en la evocación de la fugacidad significativa, ya inspirada por la naturaleza: «Entonces se hunde el sol y con él desaparece / una magnificiencia cuyas espadas por fin se envainan»; ya atemperada por el calor humano: «Confortados sobre el sencillo crepúsculo de su cabello». Pero fracasaba dando remate a las jugadas con un exceso de efectismo que apenas si camuflaba la precipitación: «La despedida solo tendrá valor cuando tú y yo estemos muertos».

ALBA prefirió dejar que las jugadas se fuesen acercando al área rival sin excesivo compromiso ni desgaste para, una vez allí, intentar sorprender a la parroquia con una arrancada rápida que la llevara al goal. A este empeño aplicó el talento de GARCÍA CABRERA con cierta soltura en poemas de imaginería marinera como ISLA DE LOBOS: «sintaxis de las piedras salteadas, rocas que rumian un tormento / de castradas colmenas, pisapapeles de los mares»; pero que al contacto con la piel desvelaban su manufactura robótica: «átomo audaz enamorado en la palabra de la sed».

Se confirman las sospechas: SANDERS es un personaje de DISNEY. Después de presentarse rodeada de un cuadro de mariachis con Timón, Pumba, Pena, Pánico, Maroto, y ordenar el calentamiento de STORNI, maravillosa sin despojarse del chándal, estirándose en apoyo contra las paredes de la caseta en pincelada grácil más propia del ballet de balón: «o si es el aire quien teje la ilusión de llamar». Resulta que todo ese proyecto de montaña, esa máquina insigne, esa grandeza, se evapora en un fuese y no hubo nada, en el parto de un ratón jíbaro. Porque no merece otro calificativo la morralla arrítmica, ametafórica, alírica... abortiva, en suma, con que castigó a la parroquia a pelotazo limpio de un BAUDELAIRE completamente pasado de tono en «Aviso a los no comunistas: / todo es común, incluso Dios»; pasado de absenta en «La creencia en el progreso es una doctrina de perezosos / una doctrina de belgas»; y pasado de rencor pajillero en «Me he olvidado del nombre de esa guarra... pues bueno, ¡y qué más da! Ya me acordaré de él en el juicio final». Para terminar rematando el partidazo con una afonía súbita que la devuelve al reino de Blancanieves junto al enano mudito... En dos palabras, A-COJONANTE.

IGNATIUM continuó con la exploración de la dualidad onda-corpúsculo, donde sea corpúsculo el destilado del concentrado del precipitado de la gota que gotea en el gotero gótico: «La terca estalactita de esos climas humanos / que arropan su intemperie invitando al invierno»; y donde sea onda la espina que expira en la espiral de la expiación: «Todavía recuerdas / cuando el dolor nada más eran otros... Moriremos a solas, / llorados a puñados por las cuatro personas / que ya están muertas»... ¡AZÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚÚCAR!

PAPERMAN llegó tarde y quiso compensar la morosidad aplicando con denuedo a DANIEL BARREDO en la metonimia del chasquido. Estrategia en que resultó convincente mientras mantuvo sus versos dentro del tren de laminación como en ODA A LA PAPELERA: «Carcajada metálica en la acera... yace foco sin luz»; o como en ODA A LA FAROLA: «Vierte el líquido de su pena anónima / llora sobre las faldas de la noche / una lágrima sola». Pero a poco que se saliera de la tolva de carbón, daba en un amasijo de cascotes siderúrgicos amorfos, como en una inenarrable ODA AL TUMOR CEREBRAL.

Que la noche no estaba para CATENACCIO quedó claro al ver cómo PAPERMAN se afanaba en quebrar todas sus jugadas desde el primer pase, mientras declaraba que ese perro infiel —en referencia a SHAKESPEARE— marcaría por encima de su cadáver. No obstante, el inglés no se amilanó por las patadas y optó por el arranque preciosista para referirse al paso del tiempo: «cuando veo altos árboles desnudos / que dieron antes sombra a los rebaños, / y el verde estío atado ahora en gavillas / marchar, áspero y blanco, en las carretas»; para mudarse por la gravedad cuando llegó la hora de arrear el apero de la tribulación: «constante tiempo hunde al verano en hosco invierno... y extiende árida nieve en la belleza»; y buscar la redención de la nostalgia en el amor generoso: «Mira a tu espejo y dile a tu semblante: / Ya es tiempo de que formes otro rostro».

SHAKESPEARE no, pero los ingleses sí terminaron marcando bajo otro formato: PAPERMAN aparcó el misil en la trastienda de la PLAZA ROJA, desplegó los brazos como las alas de un caza, y cuando quienes le flaqueaban ya comenzaban a prevenir el ominoso mamporro encogiendo los hombros y achinando los ojos, se desactivó a sí mismo, profundizó en el amasijo de meninges destrozadas que tiene por mollera y recuperó en rapto de abuelo cebolleta anécdota bélica que más o menos era así. Y es que al parecer, terminada la BATALLA DE INGLATERRA, un oficial de la RAF, al esterarse de la celebérrima frase de gratitud y elogio de CHURCHILL: “Nunca tantos han debido tanto a tan pocos”, quizás escéptico por naturaleza, quizás escamado por provenir ésta de un político, optó por laconismo práctico que no ha conocido tanto éxito en los mármoles de la Historia: “Diga lo que diga el Primer Ministro, no pagaremos la cuenta de cerveza”. Y que al punto, recogemos para los anales de la tradición oral como el goal que es.

Dejamos a PAPERMAN entre espoleos burlescos propios de la soldadesca, con un partido que languidecía sin que SHAKIRA diese señales de hacer acto de presencia. En la calle, la noche señoreaba las aceras, alguna pareja se recibía con beso precipitado e iniciaba con paso ligero nuevo rumbo; las gaviotas ejecutaban sobre la candela de las farolas su planeo circular, ese mantra de panzas albinas, que invoca ahora una primavera irrefragable y que se desgranará en un verano que a su vez no admitirá recurso alguno. Todo apunta al latigazo fugaz de las golondrinas, y con él, aguzando el oído tras la sordina de las costumbres civilizadas, los hay que pueden alcanzar el ruido de fondo de los viejos tiempos con sus héroes míticos, el ronroneo de los SPITFIRE y MESSERSCHMITT 109 que ya por siempre seguirán acosándose en las entrañas del tiempo. Pero eso ya es otra historia.

lunes, 13 de abril de 2009

WALT WHITMAN. SONG OF MYSELF


SONG OF MYSELF

I celebrate myself, and sing myself,
And what I assume you shall assume,
For every atom belonging to me as good belongs to you.

I loaf and invite my soul,
I lean and loaf at my ease observing a spear of summer grass.

My tongue, every atom of my blood, form'd from this soil, this air,
Born here of parents born here from parents the same, and their parents the same,
I, now thirty-seven years old in perfect health begin,
Hoping to cease not till death.
Creeds and schools in abeyance,
Retiring back awhile sufficed at what they are, but never forgotten,
I harbor for good or bad, I permit to speak at every hazard,
Nature without check with original energy.
——————————
From Leaves of Grass, Deathbed Edition, 1892.

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CANTO DE MÍ MISMO

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago... e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.

Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.
Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré;
que nadie la olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.
——————————
De Hojas de hierba, Edición póstuma, 1892.
(Trad. León Felipe)

jueves, 26 de marzo de 2009

MIGUEL MINGOTES. CONTEMPLACIÓN


CONTEMPLACIÓN

La contemplación
de las estrellas
mitiga
mi sufrimiento,
sobre esta parte del mundo
también
en expansión.
——————————
De Poesía, 2008.

miércoles, 25 de marzo de 2009

MARGUERITE YOURCENAR. FUEGOS


FUEGOS

Lo mismo ocurre con un perro, con una pantera o con una cigarra. Leda decía: “Ya no soy libre para suicidarme desde que me he comprado un cisne”.

La muerte es un sacramento del que sólo son dignos los más puros: muchos hombres se deshacen, pero pocos hombres mueren.

No puede construirse una felicidad sino sobre los cimientos de una desesperación. Creo que voy a ponerme a construir.

Que no se acuse a nadie de mi vida.

No soporté bien la felicidad. Falta de costumbre. En tus brazos, lo único que yo podía hacer era morir.

Existe un plan general para el universo. Sólo salimos en los momentos sublimes.

En el avión, cerca de ti, ya no le tengo miedo al peligro. Uno sólo muere cuando está solo.

Existe entre nosotros algo mejor que un amor: una complicidad.
——————————
De Grandes goles de todos los tiempos.

martes, 24 de marzo de 2009

ANDRÉS NEUMAN. PALABRAS A UNA HIJA QUE NO TENGO


PALABRAS A UNA HIJA QUE NO TENGO

Entornaré tus ojos si prometes soñarme.
Compréndeme; no es fácil velar por alguien siempre,
a veces necesito saber que tienes miedo.
Cuando aprendas a hablar, dame mi nombre:
diciéndome papá ya habrás hecho bastante.
En invierno no abrigues demasiado
tu cuerpo de princesa, más útil y más noble
es irse acostumbrando a resistir.
Acepta golosinas de los desconocidos
—no está el mundo como para negarse—,
pero apréndete esto en cuanto puedas:
más frecuente es lo amargo, o que te ignoren,
y no los caramelos.
Te enseñaré a leer fuera del aula
y, llegada la hora, quiero que escribas "mar"
sobre los azulejos del pasillo.
Cuando por vez primera cruces la calle sola
sabrás que el riesgo y la velocidad
perseguirán tus días para siempre.
No creas que, en el fondo, no soy un optimista:
si no lo fuera, entonces no estarías allí
cuidando que te cuide como debo.
Como ves, desconfío
de quienes no veneran el asombro
de estar aquí, ahora.
Existe la alegría, pero duele;
tendrás que conseguirla.
Y cuando la consigas tendrás miedo.
——————————
De El Tobogán, 2002.

jueves, 5 de marzo de 2009

martes, 3 de marzo de 2009

ANA ISTARÚ. DESPEDIDA


DESPEDIDA

Te irás del sótano
salino de mi carne.
Ya no estaremos nunca tan cerca como ahora.
Yo seguiré cantando mi gravedad marina,
domeñando el rugido de tierra de tu parto
hasta llenar la estancia tan alba del vacío
con tu ser deslumbrante.
Ese cordel de sangre del centro de tu talle
lo cortarán.
Jamás serás de nuevo mi cometa secreto,
el capullo de rafia,
el cosmonauta asido a mi matriz.
Cortarán ese lazo de savia sin regreso
y llevarás por tanto mi nombre sobre el vientre
como un botón rosado,
allí donde mi amor
no pudo más e imprime
su cóncavo dedal de despedida.
Ya no estaremos juntos como juntos estamos,
atados como liquen. Vas a nacer. Por siempre
soy tu animal materno.
Donde quiera que vaya la hoguera de tus pasos
tenderé una señal,
un eslabón de viento,
un trazo que nos ate más allá de la tierra,
un dibujo invisible que nada lo lacere.
Un rayo interminable donde mi amor transite
y viaje de mis senos a tu boca candente.
Un rayo que yo pueda ponerme entre los labios
cuando su azul letargo me tienda al fin la muerte.
——————————
De Verbo Madre, 1995.

lunes, 2 de marzo de 2009

GABRIEL CELAYA. LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO


LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades:

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: Poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: Lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.
——————————
De Cantos Íberos, 1955.

miércoles, 4 de febrero de 2009

JOSÉ LUIS SAMPEDRO. POR LA LECTURA


POR LA LECTURA

Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus “clientes” éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos.

Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir —eso dicen— a los autores del desgaste del préstamo. Me quedo confuso y no entiendo nada.

En la vida corriente el que paga una suma es porque:
a) obtiene algo a cambio
b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?

Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación? ¿Acaso dejaron de cobrar por el libro vendido? ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas? ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?

Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil.

Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra. Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!

lunes, 2 de febrero de 2009

UN LIBRO Y UNA SILLA

Viernes, 6 de febrero, 16:00 horas.
Plaza del Parchís, Gijón.


INSTRUCCIONES PARA CAMBIAR EL MUNDO

Si no llueve. Intervención.
Trae un libro y una silla.

lunes, 26 de enero de 2009

CÉSAR GONZÁLEZ−RUANO. MAR


MAR

A Alfredo Marquerie

Mar ángel rebelde despeñado un día
cielo caído de los cielos
cielo que allí sobraba o no cabía
museo
de las largas miradas
ángel terrible con las alas ardiendo.
——————————
De Misterio de la Poesía, 1938.

miércoles, 21 de enero de 2009

FRANCISCO BRINES. NO ES VANO ANDAR POR EL CAMINO INCIERTO


NO ES VANO ANDAR POR EL CAMINO INCIERTO

No es vano andar por el camino incierto
de un extraño país, si con la tarde
se acercan las muchachas para verte
pasar, y se enamoran. Oh, tú escoge
la que de hermoso cuerpo llorar sepa
más tiernamente tu partida. Allí
tu don deja en su vientre, de tus labios
incomprensibles las palabras salgan
y turbadoras. Tiembla si en tu pecho
su cabeza descansa con fatiga
después, mirándote a los ojos. Tú,
con los primeros astros del verano,
levántate del lecho y deja el bosque.
Tu nombre no lo sepa. Ya, extranjero,
puedes silbar, el occidente muere
de roja luz de sol, dormirás solo,
con la tibieza de la noche encima.
Tiempo de recordar las amarguras
de tu pequeña vida, los dos ojos
cierras para dormir y se humedecen
como las flores en el alba. Sueña
que hay Dios, y que hay amor en el camino,
y que tus hijos crecerán hermosos.
——————————
De Las Brasas, 1960.

domingo, 11 de enero de 2009

MAHMUD DARWISH. EN ESTA TIERRA


EN ESTA TIERRA

En esta tierra hay algo que merece vivir: la indecisión de abril, el olor del pan al alba, las opiniones de una mujer sobre los hombres, los escritos de Esquilo, las primicias del amor, la hierba sobre las piedras, las madres erguidas sobre un hilo de flauta y el miedo que los recuerdos inspiran a los invasores.

En esta tierra hay algo que merece vivir: el fin de septiembre, una dama que entra, con toda su lozanía, en la cuarentena, la hora del sol en la cárcel, una nube que imita un grupo de seres, las aclamaciones de un pueblo a quienes ascienden a la muerte sonriendo y el miedo que las canciones inspiran a los tiranos.

En esta tierra hay algo que merece vivir: sobre esta tierra está la señora de la tierra, la madre de los comienzos, la madre de los finales. Se llamaba Palestina. Se sigue llamando Palestina. Señora: yo merezco, porque tú eres mi dama, yo merezco vivir.
——————————
De Menos Rosas, 2001.
(Trad. María Luisa Prieto)

sábado, 10 de enero de 2009

VERSOS PARA PARAR EL TIEMPO

Lunes, 12 de enero, 20:00 horas.
Club de Prensa Asturiana, C/San Francisco 4, Oviedo.


VERSOS PARA PARAR EL TIEMPO

Lectura de la obra completa de Ángel González, y proyección del documental de TVE, EL POETA EN SU VOZ, dedicado a Ángel González.

Participan: Xavier Ribalta, Xuan Bello, Antón García, José L. García Martín, Vanesa Gutiérrez y Javier Lasheras.